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ModeradosdelSur

NOS QUIEREN DIVERTIR CON EL CUENTO (continuación)

 

Silvia ha respondido así:

 

            Querido Policarpo Cuaresma: agradezco tu esclarecedora respuesta. Siento que he enviado el mensaje "a la ligera", sin tomar en consideración de qué se trataba. No conozco realmente de qué se trata la Reforma pero sí comparto con vos una valoración por Zaffaroni, que me viene desde que cursábamos una de las últimas materias de la carrera: Delincuencia Juvenil y en la que tomamos párrafos de un artículo suyo y de un reportaje que entonces le hizo la revista Humor acerca de sus posicionamientos sobre los delitos de menores. Lo tendré en cuenta en otras ocasiones. Muchos cariños a vos y a tu mamá, deseando que estén muy bien,

             Silvia

Querida Silvia

 Un verdadero privilegio para ti, el que hayas sido alumna del Dr. Zafaroni y puedo imaginar cuánta influencia tuvo eso en la excelente calidad de profesional que tú eres. Someramente trataré de ubicarte en contexto el significado del ataque que se está haciendo contra la justicia institucional de la Argentina.

 

Por supuesto que yo tampoco conozco en detalle en qué consiste el proyecto de reforma, pero sí puedo saber qué inspiración tiene.

 

No creo revelar ningún secreto, si digo que desde 1955 la Argentina sufre una grave injusticia en la distribución de su riqueza, con un paréntesis en 1973 y un enorme esfuerzo de todos por resolver la situación a partir de los dos últimos gobiernos.

 

Quiero hacerte saber que todo lo que te digo, expresa mediciones objetivas que van más allá de meras sensaciones, aunque por mi formación, mis sensaciones coinciden con esta parte de la realidad. Por otro lado, la cuestión de las sensaciones, está siendo estimulada por un verdadero martilleo a la opinión pública de la que hablaré más adelante.

 

En este marco bastante superficial, quiero destacar que millones de argentinos cayeron en un cono que podría describirse como de miseria, exclusión, desaliento, ofensa muy grave, hambre en grado de desnutrición irreversible, etcétera. Aunque no sean factores determinantes en grado de estricta correlación lineal, sí se puede decir que son predisponentes  para la delincuencia y la violencia. Aunque fuera nomás una mínima fracción la que opta por la peor alternativa, será suficiente como para instalar una sensación de inseguridad en los sectores medios de la sociedad.

 

En apretada síntesis, ese es el cuadro de situación. Cuando las condiciones de la distribución de la riqueza son tan injustas, aparece el delito como una forma rudimentaria y traumática de corregir tal injusticia. Por supuesto que no se trata de convalidar el delito, pero sí poder entender las causas. Aquí es donde el Código Penal aparece como un instrumento de garantía de la propiedad, creado por quienes han conseguido acceder a ser propietarios y de lo que se trata con la reforma, es de extender las garantías al mayor número de personas posible, bajo la perspectiva de que demasiados victimarios, al mismo tiempo son víctimas.

 

Me sentiría muy feliz si el conjunto de la oposición se expresara de manera honesta y creativa, aunque con la mayor dureza, pero para eso debería existir un acuerdo constitucional entre los sectores de la sociedad, en el cual  quedaran salvaguardados los intereses de las mayorías. Lo cierto es que, a falta de ingenio y razón, recurren a los métodos más arteros. Se podría decir que el debate se estableció entre los medios de comunicación monopólicos por un lado y el gobierno popular por el otro.

 

Hay conocidos personajes de gran ascendiente sobre las gentes sencillas que están haciendo su aporte malicioso en esa dirección. Como ejemplo nombro algunos: Marcelo Tintinelli, Facho Castaña, Gusana Giménez, et alter. Están pidiendo a coro pena de muerte, mano dura, gatillo fácil, bajar la edad de imputabilidad, etcétera. Todos ellos son la expresión de la decadencia burguesa y varios han obtenido sus fortunas por medios ilegítimos, cuando no por medios ilícitos. El objetivo que persiguen es “desgastar” al gobierno por ser aquello que más pone en riesgo sus privilegios.


Policarpo Cuaresma

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