CARA DE ANGEL

 

 

Muchos lectores recordarán el personaje del título. Aquellos que no lo han conocido, deben saber que fue una historieta argentina y que en Argentina llamamos historieta al género conocido universalmente como comic o cartoon, en inglés o quadrinhos, en portugués. Por lo demás, deberán atenerse estrictamente a lo que sugiere el nombre: “Cara de Ángel”, porque era eso, un ser con aparente conducta de “inocente”.

 

En carácter de espectador, cada vez que escucho al Dr. Mariano, fantaseo con que si -aprovechando los recursos actuales- se hiciera una animación de aquella historieta, debería llevar la voz de dicho abogado, docente, conductor, periodista, vocero de dictaduras cuando fue necesario y vocero de la oligarquía siempre, que por mera coincidencia ostenta el título y nombre de pila del Dr. Mariano Moreno, pero no su misma condición y sentido de patriota.

 

Por carácter recíproco, si hubiera que buscar un alias para el Dr. Mariano, propongo que ese seudónimo fuera Cara de Ángel.

 

Esa su voz pausada, mansa, afable, persuasiva, está sabiamente aplicada a expresar cualquier simplificación sobre la actualidad y brindar la sensación de que su concepto sea digno de ser esculpido en las “nuevas tablas”. Algo así como si Mariano las pronunciara y luego se retirara unos pasos, para contemplar “cómo brillan en el bronce”. Seguramente algún sector lo “consume” y efectivamente así debe ser y las mediciones de audiencia podrían ser un indicador aproximado de los alcances de su predicamento. Aunque reconozco un cierto alcance por vía de la persistencia y mucho menos por la entidad o profundidad de sus conceptos. Dicho de otro modo, dista mucho de ser el filósofo que pretende. Claro está que quien haya elegido el “palo” de los privilegios, quedará automáticamente definido si toma al Dr. Mariano como mentor ideológico y con eso acorta el camino hasta llegar al destino de “pasar a cobrar” aunque más no sea, cobrar los treinta denarios.

 

La receta liberal – oligárquica para actuar contra la inflación es sencilla, ellos la llaman “enfriar la economía” y consiste en reducir la capacidad de consumo de las mayorías populares, fieles al principio de que a mayor demanda consideran que los mercados reaccionan con alzas y consiguientemente, cuando disminuye el consumo, los precios se deprimen. Diría que el principio no es malo, sólo si se lo utiliza como chicana política, pero quien sueñe una nación con sentido patriótico, jamás fomentaría frenar su desarrollo. De tal manera, la oposición se ilusiona con que el gobierno acabe aplicando la receta de enfriar, y con eso también acabe el gobierno.

 

En estos días, la piedra del escándalo está siendo el INDEC, organismo que mide inflación y otros índices. La oposición se apoya en una disputa interna originada en conductas venales de algunos funcionarios, para invalidar los resultados que mensualmente publica el organismo, pero soslaya que si ocurren verdaderos aumentos de precios, estos se deben a los mecanismos de la puja distributiva, porque no existe ninguna razón para justificar que se originen en un proceso inflacionario.

 

En cambio, un incremento de más del ciento por ciento de masa salarial que se ha volcado al mercado, sí explica que se haya desatado la puja distributiva, dato que puede ser tomado como indicador de desarrollo y bienestar, más que de inflación.

 

Llama la atención que esta distorsión interesada, encuentre eco en algunos sectores auto denominados peronistas, ¿olvidan que el gobierno peronista de 1946 – 1955 estuvo caracterizado por una fuerte inflación, pero que condujo a que la Argentina ostentara el 80 % del producto bruto latino americano y que los asalariados argentinos tuviéramos  una retribución del 50 %  del producto bruto interno?

 

Benemérito Dr. Mariano, usted intenta que confundamos gordura con hinchazón, pero deberá encontrar otros recursos.  Entretanto, dejo como propuesta para el mundillo del blog, dilucidar si Cara de Ángel era familiar de Cara de Piedra.

 

Policarpo Cuaresma