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ModeradosdelSur

CACEROLAZO

Querido Gustavo


¿Si digo T2, qué estoy diciendo, Técnica dos, o T due? Por el amor que siento por la institución, categóricamente sé que digo Escuela Técnica 2 de General Sarmiento, y como tal, también digo institución señera que asume la responsabilidad de conducir un proceso educativo de vanguardia. Lo otro, haber dicho T due, es un juego de palabras que remite a las estructuras mafiosas, antipedagógicas, retrógradas y fascistas, sobre las que hay que estar alerta.

En términos de vanguardia educativa, se impone poner en claro esta cuestión: Considero muy sencillo comprender cuándo alguien es “culpable de buena fe”. Para instalar un ejemplo inmediato, remito a señalar que se los puede encontrar entre los que compraron automóviles importados, valiéndose de las franquicias otorgados a las misiones diplomáticas extranjeras. Con una cuota de indulgencia, toleramos que nos expliquen “-Yo lo compré de buena fe.”

Como queda dicho, es fácil comprender que ser culpable de buena fe, es algo malo, pero ser “víctima de buena fe” es una maldición. La escuela tiene la obligación de hacer luz sobre ese punto.

Hoy ser víctima de buena fe es creer que este estertor fascista, que se expresa con un lock out patronal, es sólo un cacerolazo. Una simple deducción nos permite comprender que si la comedia del campo fuera un paro asimilable a los paros gremiales, no sería necesario emplear mecanismos violentos para impedir el transporte y comercio de los productos de la tierra, el agua y el aire.

Ser víctima de buena fe es hacerse cómplice de un acto fascista, que recurre a la violencia para impedir el comercio de productos agropecuarios. Y salta a la vista que las empresas de comunicación son cómplices al sugerir siquiera una remota equivalencia entre los piquetes de desocupados, que no tienen otro recurso, porque no tienen un patrón a quien hacerles paro, comparándolas con estas “emboscadas” de los violentos, que han instalado en los caminos de la patria. Si los productores estuvieran contestes en sostener la medida tramada en la Sociedad Rural, no sería necesario asaltar a los transportistas en el camino, porque adoptarían el sencillo trámite de no mandar la producción a la venta, sin avanzar sobre los otros sectores, incluidos los turistas extranjeros.

Me pregunto si para estos actos que producen estupor, la Sociedad Rural se habrá entrenado defendiendo la posición de los productores, cuando ayer no más los privaban de sus campos, como corolario de la ejecución de las hipotecas. O nos estamos olvidando de que la privatización del Banco Nación fue un objetivo de la sinarquía, por la gran concentración de hipotecas con que cuenta, estimulada por la codicia del pingüe negocio que representa rematarles sus propiedades. Quisiera estar eximido de señalar que en ese momento álgido para el sector rural, la honorable Sociedad Rural estaba mirando pasar las babas del diablo. En esos días de dolor para todos los argentinos, ellos tuvieron el pecho más frío que venda de momia y hoy nos quieren calentar la sangre a todos.

Este reclamo busca modificar el por ciento de las retenciones con un argumento contable, pero por supuesto que desde el punto de vista económico es opinable. Porque la economía es una ciencia social que interactúa con muchas otras, incluso con la filosofía. Un estudio de resultados contables comienza con el “capital fundiario”, en este caso comienza tomando en cuenta el valor de la tierra, pero a nadie se le ocurre ponerle precio a una hectárea de mar o a los litros del aire que pasa entre los dedos. Estoy diciendo que el concepto de propiedad no es un concepto absoluto. Esto sin considerar que en nuestro país el origen de la propiedad de la tierra es una materia que debería ser revisada. Tampoco el reclamo pone en consideración que las toneladas que se exportan de contrabando, no tributan retención alguna y que son un volumen considerable.

Para dar los primeros pasos en el camino de sobreponernos a la maldición de víctimas inocentes que pesa sobre los argentinos, declaro mi opinión de que esto que llaman “paro de productores rurales” se parece mucho a un conato de golpe de estado y los golpes de estado no son contra los gobiernos, sí son contra el pueblo.

 

Falso Donante, 26 de marzo de 2008

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